domingo, 24 de mayo de 2020

RIESGOS DE INSEGURIDAD POSTCUARENTENA EN EL ÁMBITO MUNICIPAL Y PROPUESTAS PARA MINIMIZAR LOS IMPACTOS

Ing. Miguel Ángel Guzmán Gonzales*
1.   ANTECEDENTES
Desde la aparición del Coronavirus, en todo el mundo las personas han cambiado paulatinamente su forma de vida en sociedad (convivencia), el impacto ha sido muy grande para la economía lo que ha roto los equilibrios del mercado entre la oferta y la demanda, generando recesión y altas tasas de desempleo a nivel global.
Siendo directamente proporcional a los índices de la economía, la inseguridad ciudadana tendera a acrecentarse si los factores que la provocan no son atendidos con oportunidad, en este sentido cualquier sociedad puede desarrollar focos de violencia e inseguridad provocados por la baja o inexistente economía que afecta directamente a las familias.
En este ámbito las entidades territoriales autónomas más cercanas a la población son los gobiernos autónomos municipales, quienes deben realizar todos los esfuerzos necesarios para reorganizar y redistribuir hábilmente los limitados recursos con que se cuentan, atendiendo a la par el tema principal que es la salud con otros fundamentales como la educación, el medio ambiente y la inseguridad.
En este ámbito la actual Constitución Política del Estado ha abierto todo un paraguas de competencias, que no ha sido suficientemente aprovechado por los gobiernos autónomos municipales para desarrollar sus autonomías, por lo que en la época postpandemia será fundamental la aplicación legislativa en primacía de las siguientes competencias exclusivas municipales determinadas en el artículo  302 de la Constitución Política del Estado:
2.            Planificar y promover el desarrollo humano en su jurisdicción.
4.            Promoción del empleo y mejora de las condiciones laborales en el marco de las políticas nacionales.
12.          Proyectos de fuentes alternativas y renovables de energía preservando la seguridad alimentaria de alcance municipal.
13.          Controlar la calidad y sanidad en la elaboración, transporte y venta de productos alimenticios para el consumo humano.
18.          Transporte urbano, registro de propiedad automotor, ordenamiento y educación vial, administración y  control del tránsito
21.          Proyectos de infraestructura productiva.
26.          Empresas públicas municipales.
27.          Aseo urbano, manejo y tratamiento de residuos sólidos en el marco de la política del Estado.
37.          Políticas que garanticen la defensa de los consumidores y usuarios en el ámbito municipal.

Esto no implica la desatención de las otras competencias, sino más bien el énfasis que se debe dar en el desarrollo de políticas públicas municipales en estos ámbitos con el fin de estabilizar la economía del Municipio.
El golpe a la economía por parte de la pandemia es muy fuerte y esto repercutirá en diferentes ámbitos generando una crisis; sin embargo, también representa la oportunidad para reinventarnos como bolivianos, abandonando hábitos y estigmas que han minado el desarrollo de nuestro país.
2.   RIESGOS DE INSEGURIDAD
Mucha gente tiende a policializar el término de inseguridad, otros a la vez la asocian con los niveles de criminalidad y violencia, pero la verdad es que el concepto difiere de país a país o de sociedad a sociedad respecto a las necesidades, las problemáticas que presenta en su contexto geográfico, relaciones sociales, tipo de organización, economía y hasta de pensamiento político.
La inseguridad es la carencia o falta de seguridad, son las situaciones de riesgo provocadas por agentes externos que generan daño físico o psicológico a una persona y ésta es trasversal a diferentes áreas, instituciones y estratos sociales.
Como ejemplo podemos mostrar diferentes ámbitos en los que se desarrolla la inseguridad de acuerdo a su contexto:
-       Un muro o una baranda a punto de colapsar en una unidad educativa.
-       Un árbol seco a punto caer impulsado por fuertes vientos.
-       Una mala conexión eléctrica en un mercado o en un hospital.
-       El fuego provocado en una reserva ecológica.
-       Los factores que ahondan el riesgo de contagio durante la presente pandemia.
-       El impacto de las familias disfuncionales en el crecimiento de las pandillas y la violencia entre pares.
Así podríamos ir nombrando varias situaciones, porque la inseguridad se puede presentar en todo momento y lugar, sino es prevenida en su momento.
Si nos enfocamos en la etapa postpandemia, los riesgos inherentes tienen que ver principalmente con el ámbito de la salud y la economía, lo cual nos llama a reflexionar y ser rigurosos a la hora de tomar determinaciones que tengan el firme objetivo de proteger a nuestros conciudadanos.
Un rol primordial es el de los legisladores en diferentes entidades territoriales, pues ellos han sido elegidos por voto universal y han sido investidos con el mandato de emitir políticas públicas a través de normas adecuadas a la realidad en que cada entidad territorial vive, puesto que no es lo mismo legislar para Colombia que para Bolivia, para un mismo ámbito las leyes serán muy distintas y sin ir muy lejos no es lo mismo una ley para Cochabamba que otra del mismo tema para La Paz o Santa Cruz, difieren contextos, realidades, costumbres y personas.
Si bien por el factor económico todos los tipos de inseguridad vigente en una sociedad tenderán a ahondarse y acrecentar, podemos determinar los factores principales que pueden y deben  ser atendidos por las entidades territoriales autónomas municipales, con el fin de minimizar los riesgos para nuestra sociedad, estos son:
            1.    El consumo de alcohol
2.    Riesgos de contagio en la prestación de servicios públicos y privados.
3.    Sistemas de salud no preparado y personal no motivado y equipado
4.    Sistemas de seguridad y control no equipados
5.    Falta de ingresos económicos y alimentos en las familias
2.1. CONSUMO DE ALCOHOL
El consumo de alcohol provoca trastornos directos en el ser humano y en su entorno más próximo, en un grado de consumo de medio a elevado provoca la pérdida de los sentidos y la conciencia de sus actos, lo que particularmente es riesgoso en una etapa postpandemia, tomando en cuenta que una persona ebria en calle a la par que pone en riesgo su integridad y la de los demás, no tendrá la capacidad de respetar los protocolos mínimos de seguridad para evitar los contagios durante esta pandemia y se convertirá en un foco de potencial contagio.
En este ámbito es menester que se pueda reducir al máximo la posibilidad de presencia de este factor de riesgo, por lo que se deberá asumir las siguientes determinaciones en el ámbito de la autonomía municipal determinada en la Constitución Política del Estado:
-       Dado que la competencia es residual, desde el Gobierno Central se debe limitar el consumo de cualquier tipo de bebida que contenga alcohol de locales públicos por lo menos hasta finales de la presente gestión, para que se pueda evaluar los resultados y asumir nuevas determinaciones a futuro, si bien esto representa que muchos negocias tengan que reinventarse, el riesgo mayor de contagios debe ser minimizado por ser un atentado directo contra la vida.
-       En el caso del expendió, se deberá reducir los horarios de venta de productos que contengan alcohol a unos adecuados a la pandemia siendo los sugeridos en el horario de 12:00 a 18:00, debiendo todos los locales, licorerías que quieran vender, instalar y mantener funcionando una cámara de vigilancia en el ingreso y financiar el enlace con los centros de monitoreo y vigilancia administrados por la Policía en cada departamento.
Los gobiernos autónomos municipales, para el cumplimiento de estos preceptos normativos, deben fortalecer sus capacidades para efectuar un control riguroso y efectivo de esta regulación y adiestrar al personal para que cumpla los protocolos básicos de bioseguridad al realizar estos controles.
Siendo el expendió y consumo de bebidas alcohólicas una competencia residual normada por la Ley 259, se debe necesariamente plantear un ajuste a la norma, para que sea más efectiva su aplicación en la etapa postpandemia.
“Problemas grandes, ameritan acciones importantes”
2.2.   RIESGOS DE CONTAGIO EN LA PRESTACIÓN DE SERVICIOS PÚBLICOS Y PRIVADOS
La apertura de una gran cantidad de servicios públicos y privados en una etapa postcuarentena, trae consigo la posibilidad de acrecentar los focos de contagio masivo por no respetar los protocolos de bioseguridad determinados y generarse aglomeraciones que pueden convertirse fácilmente en tumultos y generar disturbios.
En este sentido las entidades territoriales autónomas municipales deben generar las reglas y condiciones claras para que cualquier empresa o negocio pueda prestar un servicio con calidad y seguridad, en este sentido los criterios mínimos que se deben tomar en cuenta para minimizar este factor de riesgo son:
      a)    Capacidad del espacio de acomodamiento.
      b)    Condiciones de higiene del lugar.
      c)    Controles básicos de ingreso de personas.
      d)    Cumplimiento de horarios de funcionamiento establecido.
Para este efecto inicialmente las entidades territoriales autónomas municipales deberán generar o actualizar sus registros de empresas y comercios, con el fin contar con datos para el análisis geoespacial y determinación de condiciones específicas para el funcionamiento de los diferentes servicios.
Es decir que un lugar con una alta concentración de servicios deberá tener diferentes condiciones, requisitos y horarios de funcionamiento, que lugares con una reducida concentración donde no existe un alto riesgo de propagación de la enfermedad.
Así también los locales que puedan albergar o dar servicio simultáneo a más de 10 personas, deberán de forma obligatoria emplear a una persona específicamente para el control de los mecanismos de bioseguridad para el ingreso al local (uso del barbijo, gel, plancha para los zapatos, control de distancias mínimas de persona a persona y otros de acuerdo a los protocolos de la Organización Mundial de la Salud).
Así mismo deberá evaluarse y normarse la capacidad máxima de aforo de los locales, la distancia obligatoria mínima permitida entre personas, la disposición de medidas de seguridad al ingreso y el uso obligatorio de barbijos, cumpliendo rigurosamente los protocolos establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
El otro aspecto crítico es el relacionado a los horarios de funcionamiento, que necesariamente deben condecir con la necesidad de mantener la menor cantidad de personas en las calles, con el fin de mantener controlada la pandemia en la etapa postcuarentena. Este aspecto debe ser normado y difundido de forma obligatoria por cada local. 
En este sentido los gobiernos autónomos municipales, deben fortalecer sus capacidades para efectuar un control riguroso y efectivo de las condiciones y horarios establecidos y adiestrar al personal para que cumpla los protocolos básicos de bioseguridad al realizar estos controles, que sobre todo en el tema de higiene deben ser más estrictos.
2.3.   SISTEMAS DE SALUD NO PREPARADO Y PERSONAL NO MOTIVADO Y EQUIPADO
El hecho de que en una etapa postcuarentena, los sistemas de salud en los diferentes departamentos y municipios, no estén debidamente preparados para afrontar un rebrote abrupto en diferentes lugares o por diferentes motivos representa un elevado riesgo de inseguridad para la población que esta confiada en que sus centros la atiendan ante cualquier percance.
Tomando en cuenta que la pandemia nos ha sorprendido a todos y en todo el mundo, algunos más preparados que otros, pero todos con la misma necesidad de reducir al máximo la tasa de letalidad de esta enfermedad.
En este ámbito es imposible pensar en invertir los recursos que desde ya son limitados en otras cosas que no sean prioritariamente la salud, economía y seguridad de todos los ciudadanos con prioridad en los niños niñas y adolescentes, adultos mayores, personas con discapacidad y otros sectores vulnerables. 
En este sentido se hace necesario solicitar al nivel central del Estado que disponga que la inversión en todas las entidades territoriales autónomas en los sistemas de salud dentro de sus jurisdicciones, debe ser de al menos el 50% de los recursos de los diferentes programas operativos anuales hasta que se haya logrado dar estabilidad al sistema para responder a un rebrote abrupto de la enfermedad de acuerdo a su capacidad poblacional, respetando los índices determinados por la Organización Mundial de la Salud respecto a la cantidad de infraestructura, personal, ambulancias, camas, equipos, equipamiento, insumos, medicamentos y otros para responder a cualquier emergencia respecto a esta pandemia y otras afecciones.
Debiendo el Estado Central subvencionar a los lugares que no cuenten con la capacidad económica para fortalecer sus sistemas. Solo así revertiremos este factor de riesgo.  
      2.4.    SISTEMAS DE SEGURIDAD Y CONTROL NO EQUIPADOS
Al igual que los médicos en diferentes partes del mundo los sistemas de seguridad conformados por los cuerpos policiales y de las fuerzas armadas han jugado un rol fundamental en el mantenimiento de la tranquilidad de la población y en el control de la propagación de esta enfermedad, en muchos caso ofrendando su vida y poniendo en riesgo la salud de sus familias.
En este punto la motivación, las fuerzas y las ganas de este personal se ven mermados al no recibir un apoyo suficiente de parte de las diferentes entidades estatales.
En una etapa postcuarentena no podremos prescindir de estos servicios que deberán ser sostenidos en mayor o menor medida, por lo que deberemos realizar todos los esfuerzos para el fortalecimiento y correcto equipamiento de estas fuerzas para que se siga manteniendo esta convicción alta en beneficio de la población en su conjunto.
En este ámbito es necesario tomar en cuenta que la reducción en los precios del petróleo traerán repercusiones fuertes en las transferencias que se generaban hacia las entidades territoriales autónomas por concepto del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), normado por la Ley 264 del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, estos recursos que son usados por las entidades territoriales autónomas en muchos casos para el pago del combustible, servicios básicos, refacciones de infraestructura, reparación de vehículos policiales, equipamiento y otros, contribuyendo al normal desenvolvimiento de los servicios de patrullaje y control en las diferentes zonas.
En este sentido es necesario tomar decisiones con el fin de mantener y, de ser posible, incrementar estos recursos para la correcta preparación y equipamiento ante la etapa de postpandemia de los cuerpos de seguridad tanto policial y militar.
Si bien los recursos IDH responden a factores controlables, puesto que estos pueden fluctuar en correspondencia a los precios internacionales del petróleo y sus derivados, lo cierto es que el nivel de inversión y apoyo básico a la policía que actualmente otorgan las diferentes entidades territoriales autónomas no puede variar, por lo que la asignación de estos recursos para seguridad en esta etapa postcuarentena también debe afectar otras fuentes de modo de garantizar mínimamente todos los servicios de patrullaje y control policial y así también el militar por parte del Gobierno Central.
      2.5.    FALTA DE INGRESOS ECONÓMICOS Y ALIMENTOS EN LAS FAMILIAS
Sin duda este es uno de los factores de riesgo de inseguridad que ha provocado verdaderos problemas en diferentes países aun sin pandemia (Ej. favelas brasileñas), son lugares donde el Estado ha perdido totalmente el control, por la presión que el crimen organizado ha ejercido en estos lugares y por la indiferencia de sus gobernantes que en su tiempo pudieron tomar determinaciones para controlar.
La pandemia está provocando inevitablemente una crisis económica global que repercutirá en las economías de cada país, teniendo un impacto importante en el crecimiento de las tasas de desempleo.
Siendo Bolivia un país donde la economía informal es bastante alta, está claro que el impacto será importante y afectara a miles de familias, en este ámbito se hace necesaria la aplicación progresiva y paulatina de las siguientes competencias municipales determinadas en el artículo  302 de la Constitución Política del Estado, puesto que estas nos permitirán paliar el impacto de las crisis a nivel de las diferentes regiones, ellas son:
4.         Promoción del empleo y mejora de las condiciones laborales en el marco de las políticas nacionales.
21.       Proyectos de infraestructura productiva.
26.       Empresas públicas municipales.
Si hacemos una evaluación competencial, podremos identificar claramente que son pocos municipios los que han promovido el uso de estas competencias con las correspondientes leyes municipales, esto a la par del intento fallido de las cartas orgánicas y los estatutos autonómicos ha truncado la posibilidad del desarrollo de las autonomías en las diferentes regiones del país.
El fondo de estas competencias exclusivas y otras compartidas, es la identificación de la vocación productiva de cada entidad territorial y como su desarrollo puede contribuir al crecimiento del país, en algunas regiones la creación de mancomunidades ha favorecido a la atención de problemas comunes y la consolidación de cadenas productivas más competitivas para el mercado nacional e internacional.
El riesgo de que no se impulse el cumplimiento de estas competencias, es que las autoridades electas de turno, las dejen pasar sin tomarlas en cuenta ya sea por desconocimiento o por la necesidad de priorizar otros temas, siendo que la aplicación de estas tres competencias es fundamental en una etapa postpandemia.
En este ámbito las entidades territoriales autónomas municipales son las que están más cerca de la población y son las que conocen sus necesidades y el desenvolvimiento de la sociedad pudiendo identificar las oportunidades aptas para la promoción y el fomento del empleo.
Así mismo se debe considerar políticas que desincentiven la acumulación excesiva de recursos por parte del empresariado, quienes para esta etapa postcuarentena deberán contribuir al país con las mejoras de las condiciones laborales para sus empleados y también en la mejor distribución de los recursos para que todos puedan llevar el pan a su mesa, hasta que nuestros mercados y la libre oferta y demanda puedan generar nuevos equilibrios y se pueda retomar el rumbo de la economía.
“Las nuevas empresas que lograran éxitos en esta etapa postcuarentena, son aquellas que pongan por delante el beneficio de la población a sus intereses de enriquecimiento”
      3.    LA EDUCACIÓN EN LA ETAPA POSTCUARENTENA

La educación como otras ramas también tendrá cambios importantes en una etapa postcuarentena, debiendo los educadores asumir estos nuevos desafíos e incorporar entre sus destrezas el uso fluido de la tecnología tomando en cuenta que ahora es fundamental incorporar en los temas educativos y de formación ciudadana aspectos de educación sanitaria fundamentales para que esta enfermedad no se expanda.
En la actualidad se han diseñado y probado diferentes plataformas de enseñanza virtual, algunos de los factores en común que tienen estas son las siguientes:
a    .    Un sistema de registro en línea
b    .    Material digital de guía para el estudiante.
c    .    Módulo de presentación de trabajos
d    .    Foro de participaciones.
e    .    Módulo de evaluación con tiempos  

Si bien existen factores que no pueden ser reemplazados respecto a las clases presenciales como la enseñanza personalizada, la evaluación de expectativas y los tiempos de respuesta a las consultas, se puede indicar que en una etapa postpandemia la educación virtual es casi un hecho consumado.

Dos aspectos serán fundamentales para que se pueda convivir en el ámbito educativo uno el relacionado al uso de espacio físico creado, condicionado a la aplicación rigurosa de protocolos de bioseguridad y actuación ante una posible cadena de contagios y el otro es la aplicación inmediata de plataformas tecnológicas de enseñanza formal con la correspondiente capacitación a los maestros. Estos aspectos deberán convivir y esto es prácticamente un hecho puesto que nuestro sistema educativo no esta preparado cabalmente para el ingreso total a un sistema de educación virtual o a distancia, por lo que se tendrá que convivir bajo un sistema híbrido que deberá ser fortalecido año a año, hasta que podamos lograr todas las aptitudes y capacidades tecnológicas para el ámbito educativo.  
Ante una intempestiva vuelta a clases la aplicación de los Planes de Prevención de Bioseguridad para las unidades educativas y los Protocolos de Actuación frente al Coronavirus COVID-19, deberán contemplar al menos este análisis:
     a)      Revisión y adecuación de protocolos aprobados por la Organización Mundial de la Salud y otra normativa internacional conexa.
      b)      Revisión y sistematización de toda la normativa boliviana, emitida con relación a la Pandemia, en lo que respecta a los productos solicitados.
     c)      Revisión y sistematización de las experiencias a nivel internacional y de la normativa aplicada, en lo que respecta a los productos solicitados.
      d)      Recopilación de información y análisis de situación de las unidades educativas del Municipio de Cochabamba.
     e)      Recopilación de todos los planes de emergencia y contingencia emitidos por el Estado Central o las entidades territoriales autónomas.
De forma no limitativa también se deberá:
-       La responsabilidad de los actores respecto a la aplicación estricta del Plan de Prevención de Bioseguridad para las unidades educativas y un Protocolo de Actuación frente al Coronavirus COVID-19.
-       Los procedimientos de limpieza y desinfección regular, en aplicación estricta a los protocolos emitidos por la Organización Mundial de la Salud.
-       Los insumos y elementos suficientes para la realización de la limpieza y desinfección.
-       Las condiciones, adecuación u ordenamiento de la infraestructura escolar y análisis de espacios físicos para facilitar los distanciamientos y en control de tiempos de movimiento y permanencia de alumnos en las diferentes áreas del ambiente educativo.
-       Incorporación de los aspectos normativos en el Reglamento de Convivencia Pacífica y Armónica, para el cumplimiento estricto de todos los actores, tomando en cuenta elementos como ser horarios de ingreso y salida, formas de ingreso al colegio, ingreso a las aulas, organización de clases, estancia en el patio, periodos de descanso, distribución del desayuno escolar, retiro de las clases, recojo de los padres, remoción de desechos, limpieza de aulas.
-       Análisis de las características particulares del proceso de dotación de desayuno escolar.
-       Medios de capacitación, comunicación y difusión
No menos importante es incorporar en la malla curricular los temas de educación sanitaria, con el fin de que nuestros alumnos vayan logrando destrezas que nos permitan convivir con esta enfermedad, que al parecer llego para quedarse.

La aplicación de estas recomendaciones reducirá en gran medida los riesgos inherentes a la Pandemia del Coronavirus en una etapa de Postcuarentena.

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